lunes, 26 de mayo de 2014
CURIOSIDADES DE ASTURIAS
Asturias está al norte, eso te suena. Llueve mucho y, por lo general, se alimentan de fabada y sidra. Bien, no vas tan perdido. Todo eso es verdad, pero aún hay más. Y es que, aunque a desconocidos nos ganan los cántabros, desde la Reconquista parece que no hemos vuelto a hacer nada. Sólo salimos en las noticias por asuntos turbulentos, catástrofes o porque los mineros la están liando parda; y eso cuando salimos. Esto último nos gusta, siempre nos han gustado los follones. Una herencia de nuestra historia, quizá. De ahí a que no nos guste que nos mires con indiferencia.
Sí, en Asturias hay una lengua propia: el bable. No es oficial, pocos lo hablan perfectamente y no se estudia en la mayoría de las escuelas. Sin embargo, muchas de sus palabras están grabadas a fuego en nuestro interior y son parte de nuestro vocabulario habitual sin darnos cuenta.
Un asturiano no es consciente que habla bable hasta que no cruza el Negrón, momento en el que descubrirá que un tajalápiz, una pota, tendal, el rodillo, marchar o picar no existen. .
Los asturianos por lo general hablaN muy alto.
El culín de sidra se puede tomar a cualquier hora del día.
La sidra no se mezcla, aunque todos los asturianos lo hayan hecho varias veces en su vida.
En Asturias se come mucho, tanto que si quedas con hambre insistirán en freírte un huevín (no se conocen casos en los que hiciese falta).
Una fartura es lo que sentirás tras una fabada, los escalopines al cabrales, el cachopo, los tortos o unas casadielles. Y si decides probarlo todo junto, quizá ya estés muerto para entonces.
El cachopo NO es un San Jacobo. Cada cachopo es diferente y puede estar relleno de mil historias. Un consejo, compártelo. Pocos han logrado terminárselo.
Prueba el pastel de cabracho, no querrás comer otra cosa
En Asturias llueve, sí, pero a veces también sale el sol.
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